Soy Alejandro Alagón, un historiador oscense. En el pasado número de septiembre de la revista Descubrir el arte me publicaron un artículo en que describo la amistad entre el pintor José Casado del Alisal y el poeta Gustavo Adolfo Bécquer, con mención especial para los resultados literarios y pictóricos de su colaboración artística. Desarrollo también la teoría de que el cuadro de la Campana de Huesca, obra de Casado del Alisal, fue concebido como un homenaje a Bécquer en el décimo aniversario de su fallecimiento, al incluirle como espectador de una de las Leyendas que tanto le fascinaban.
Les invito a que puedan leerlo. Lo adjunto en pdf. La importancia de la iniciativa de Casado del Alisal que propició la publicación de las obras de Bécquer y evitó que cayeran en el olvido, dando lugar a una de las dos grandes revoluciones que se han generado en la lírica española. Tras la influencia de los metros italianos de la mano de Garcilaso de la Vega, con Bécquer llegó la influencia germánica y la poesía concebida como esencia.
Atentamente.
Alejandro Alagón