Sus primeros estudios los realizó en el Colegio de la orden de los Carmelitas en Medina del Campo, donde recibió sus primeros estímulos poéticos de la mano de su profesor Juan Alberto de los Cármenes y donde adoptó su nombre literario: Soto del Carmen. Sus estudios universitarios fueron diversos: Filosofía en Ávila, Teología en Salamanca y Filología Románica en Valladolid, aunque después la continuó en Salamanca.
En 1952 colaboró en la revista Más allá, que luego dirigió entre 1956 y 1957. Ya en Salamanca participó en la fundación de las revistas Álamo (1964) y Tela de araña, y colaboró en éstas y en Uriel. En 1962, recibió su primer galardón literario, el Premio Nacional de Poesía “Ademar”.
Se ordenó religioso en la Orden de los Carmelitas y fue destinado a la enseñanza en el Colegio San Judas Tadeo, en Santo Domingo (República Dominicana), en 1966. Dos años después, regresó a España, concretamente, a Valladolid. Ese mismo año, fue destinado como profesor a Alba de Tormes (Salamanca), donde permaneció hasta octubre de 1970. Volvió a Valladolid, donde formó parte del grupo fundador de la Unión Artística Vallisoletana.
En 1978 decidió dejar el Carmen Descalzo y Pablo VI le concede la dispensa. Contrajo matrimonio con María Asunción Martín Gómez —a ella dedica sus versos—. Tuvieron un hijo: Juan de la Cruz Soto Martín. Situó su domicilio en Salamanca.
En 1981 publicó ¡Apuntalad el aire!, cuyo tema principal es Castilla. De alguna manera, podemos considerar que Soto del Carmen se inserta en una corriente que viene de muy atrás: el humanismo español. Su obra se puede caracterizar como poesía arraigada, donde las líneas esenciales son el amor, su tierra y sus raíces. Gracias a esta obra recibió varios galardones como son el Premio “Sarmiento” y el Premio “Juan de Baños”.
Su tarea poética también fue dotada de otros premios relevantes como el Premio «Ciudad de Valladolid» de poesía y el Premio «Gerardo Gombau. A la música por la Poesía». En el año 1985 se le concedió el galardón Premio Nacional de Poesía «Botón Charro». Tan solo un año después publicó su Cántico para un amor y una ausencia, de tema principalmente amoroso.
Murió el 11 de abril de 1988, en la cuidad en la que vivió sus últimos años, Salamanca.
Desde el Ayuntamiento queremos agradecer a la Fundación Jorge Guillen por el gran trabajo realizado y a la familia de Francisco del Carmen por permitirnos mostrar su obra a nuestros vecinos.